La Edad Dorada del Porno es un término con el que muchas personas se refieren a la década de 1970 en el porno americano. En 1980, la llegada del VHS hizo que la gente dejara de ir al cine y prefiriera ver pornografía en la comodidad de su hogar y ese pequeño detalle hizo que el porno perdiera el glamour del que gozaba en los 70. Pero a pesar de eso, la década del ochenta fue también una buena época para la industria del porno en los Estados Unidos. Una de sus principales representantes fue Debi Diamond.
Esta californiana nació en 1965 y desde muy joven probó suerte en Hollywood contra su voluntad. Fue así que siendo menor de edad apareció en varias series, pero según ella, eso no era lo suyo. “La gente era bastante estúpida. Todo el mundo quería follarme. Yo no quería darles sexo por aquello, así que les decía: ‘a la mierda’. Estaba esperando a tener la edad adecuada. Sabía lo que quería hacer. ¡No sabía que me gustaría tanto! Porque yo entonces no sabía nada sobre el sexo. No empecé a hacerlo hasta que cumplí los dieciocho años”, cuenta Debi.
Fue así que en 1983 y con 18 años encima, Debi decidió incursionar en el porno. Su innegable belleza hizo que rápidamente su nombre empezara a sonar en Porn Valley, al poco tiempo era la ‘pornstar’ predilecta de fotógrafos y directores. Y es que además de ser hermosa, Debi era muy lujuriosa. En una época donde no era muy común las actrices porno ‘hardcore’, Debi no tenía problemas en realizar escenas anales, dobles penetraciones, ‘gangbangs’, escenas lésbicas y hasta de participar en escenas de porno gay masculino.
Pero como les comentaba, Debi ingresó en el porno cuando La Edad Dorada había terminado y poco a poco se fue notando la transición y a Debi no le gusto como se manejaba la industria, por eso a mediados de los noventa se retiró por casi 10 años. Aunque sorprendentemente, en 2005 regresó al porno convertida en toda una milf y con la misma perversión que sus fanáticos tanto adoraban de ella.